“El monocuco” es el disfraz del individuo que quería ocultar su identidad. El folclor local afirma que en la época en que Barranquilla era una villa, los hombres ricos atraídos por la hermosura de las mujeres de cortos recursos se idearon el disfraz de “monocuco” para poder conquistarlas sin que se revelara su identidad durante los carnavales, manteniéndose al abrigo de las malas lenguas. El disfraz consistía en un ropón amplio de colores con una caperuza para cubrir la cabeza, un antifaz de corte veneciano que tapaba el resto de la cara con un pedazo de tela, además el personajes se armaba de una vara para amenazar a quien quisiera aproximarse para reconocerlo.
Su origen no es claro y existen diversas afirmaciones. Una de ellas señala que un nativo de San Bernardo del Viento –pueblo del departamento de Bolívar- lo impuso en la Costa Caribe a comienzos del siglo XX, otra versión alega que el disfraz surgió en pueblos de tradición carnavalera como El Banco, Ciénaga y Riohacha antes del siglo XX. En la actualidad, el "monocuco" es un disfraz que tiene características singulares como sus colores, un antifaz y bozal, que permite a su portador ocultar su boca.
Considerado uno de los disfraces nacidos de la esencia de la celebración, el Monocuco divierte con su característico hablado afónico, su varita y el anonimato, que le sirve para burlarse de todos los que pasaran por su camino. En un tiempo casi se esfuma, hoy son mas de quince mil monocucos los que desfilan dándole colorido y alegría a la fiesta, El Carnaval de Barranquilla.
Su origen no es claro y existen diversas afirmaciones. Una de ellas señala que un nativo de San Bernardo del Viento –pueblo del departamento de Bolívar- lo impuso en la Costa Caribe a comienzos del siglo XX, otra versión alega que el disfraz surgió en pueblos de tradición carnavalera como El Banco, Ciénaga y Riohacha antes del siglo XX. En la actualidad, el "monocuco" es un disfraz que tiene características singulares como sus colores, un antifaz y bozal, que permite a su portador ocultar su boca.
Considerado uno de los disfraces nacidos de la esencia de la celebración, el Monocuco divierte con su característico hablado afónico, su varita y el anonimato, que le sirve para burlarse de todos los que pasaran por su camino. En un tiempo casi se esfuma, hoy son mas de quince mil monocucos los que desfilan dándole colorido y alegría a la fiesta, El Carnaval de Barranquilla.
hermosa historia y cultura y el atuendo es hermoso y regatatado ya que llama la atención sin caer en lo vulgar yo como barranquillera es el disfraz que mas me gusta bien por el aporte histórico.VIVA MI BELLA TIERRA CARNAVALERA BARRANQUILLA Y DONDE LLEGO TRASMITO MI CULTURA.
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